lunes, 13 de julio de 2015

El Muro de John Lennon - Praga

En todo el mundo hay paredes cubiertas con inscripciones y dibujos, con graffitis, y normalmente no causan buena impresión. Ver esta pared en el centro de Praga, en una plaza rodeada de palacios ocupados por embajadas, tampoco impresiona bien... a menos que se conozca su historia y su relación con John Lennon, quien, curiosamente nunca visitó Praga.

John Lennon fue muy admirado por los jóvenes pacifistas de la Europa Central y del Este en tiempos comunistas. Las canciones occidentales eran prohibidas por las autoridades, especialmente las de Lennon, por su prédica de la libertad, esa libertad que era inexistente allí; incluso hubo músicos encarcelados sólo por interpretar canciones de los Beatles.
Cuando John Lennon fue asesinado en 1980 se convirtió en una especie de héroe para muchos jóvenes, que una vez decidieron retratarlo en esta pared, como homenaje y como una forma de desafío a las autoridades (no se sabe exactamente por qué esta pared, o si fue ésta como pudo ser cualquier otra). Haciendo esto, los jóvenes activistas arriesgaban ir a prisión por "actividades subversivas contra el estado", pero eso no los detuvo; durante las noches se llegaban hasta el muro para dejar sus inscripciones. Primero fueron letras de los Beatles y frases de John Lennon, después se convirtió en un tema político y dejaban sus propias impresiones y sus sueños de paz y libertad.
La policía varias veces blanqueó el muro pero nunca logró mantenerlo limpio, ni instalando cámaras de vigilancia. Al día siguiente ya había nuevas frases y dibujos...

El muro de Lennon representó no solo una especie de memorial a John Lennon y sus ideales de paz sino también un monumento a la libertad de expresión y a la rebelión no violenta de los jóvenes checos contra el régimen. Puede parecer demasiado pretencioso, pero hay quienes dicen que el muro de Lennon contribuyó a inspirar la Revolución de Terciopelo, que pacíficamente llevó a la caída del comunismo en la antigua Checoslovaquia en 1989.

El muro se encuentra en la Plaza del Gran Priorato, a sólo unos pasos de la Isla Kampa, y pertenece a la orden religiosa de los Caballeros de la Cruz de Malta, orden que data del siglo XI y que recuperó sus posesiones luego de la caída del comunismo.
Hacia fines de siglo la pared solía estar aún cubierta de graffitis anticomunistas, pero en 1998 los propietarios encararon trabajos de reconstrucción, considerando que se trataba de una pared de piedra con varios siglos de existencia y que muchos turistas habían "picado" el muro con intención de llevar un trozo como recuerdo. La piedra rugosa fue cubierta por una capa lisa de cemento y se convocó a una multitud de jóvenes para "repintar" el muro con inscripciones. Las críticas al resultado final fueron muchas; jóvenes que probablemente ni habían nacido siquiera en los años '70 pintaron flores y mariposas, basándose en los clichés de la época hippie, todos con la misma pintura, con pinceles facilitados por la iglesia, dueña de la pared... nada había allí del espíritu anarquista y reaccionario de los orígenes.

De todos modos, fue una cuestión de tiempo que el muro de Lennon se cubriera espontáneamente de graffitis. Actualmente y por la afluencia del turismo hay inscripciones de todo tipo que, por supuesto, nada tienen que ver con los orígenes. De todos modos y mientras exista, el muro de Lennon seguirá siendo un símbolo, un recordatorio para las generaciones futuras de que vale la pena luchar por la libertad.





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